
Fernando Carlos de Austria (Ferdinand Karl Anton Joseph Johann Stanislaus; Palacio de Schönbrunn, Viena, 1 de junio de 1754 - Viena, 24 de diciembre de 1806), decimocuarto hijo de María Teresa I de Austria y Francisco I. Fue Archiduque de Austria, Gobernador del Ducado de Milán, Duque de Brisgovia y Ortenau, y designado sucesor de la Casa de Este de Módena y Reggio, de la que su esposa María Beatriz de Este era la última descendiente (pero sin derecho de sucesión en aplicación de la ley sálica).
Fernando nació en el Palacio de Schönbrunn en Viena durante el esplendor del reinado de sus padres, en el seno de una familia numerosa que sufriría los efectos de la viruela, enfermedad que acabó con la vida de algunos de sus hermanos. Se cuenta que siendo niño, su padre les regaló a él y a su hermano Maximiliano Francisco una complicada máquina para acuñar monedas, con la idea de que les sirviera para aprender la lección sobre el esfuerzo y trabajo necesarios para conseguir las cosas. Ejerció de preceptor suyo Carlo Antonio Martini, personaje ilustrado de la época que fue muy apreciado por el joven Fernando.
Fernando fue prometido en matrimonio a María Beatriz de Este (1750-1829), nieta de Francisco III de Este, Duque de Módena, que era cuatro años mayor que él. María Teresa tenía mucho interés en unir la Casa de Habsburgo con la de Este.
Francisco III le cede a la pareja el Gobierno de Milán, por lo que contrajeron matrimonio en esa ciudad el 15 de octubre del año 1771. Para la celebración, se estrenaron las óperas Il Ruggiero de Johann Adolph Hasse y Ascanio in Alba de Mozart.
En honor a la pareja, la emperatriz ordenó la construcción de la Villa real de Monza.
Tras el incendio que afectó en 1776 el Teatro ducal de Milano, Fernando se convierte en promotor de la construcción del Teatro de La Scala (1778) y del Teatro Lírico de Milán (1779).
Según las instrucciones inapelables de su madre, Fernando no debía inmiscuirse en los asuntos de gobierno ni entorpecer el trabajo de los funcionarios austríacos que gobernaban realmente. Su obligación se limitaba a la representación de su rango aristocrático.
María Teresa, en efecto, estaba muy preocupada por las debilidades y falta de talento político de su hijo. Le escribió cerca de seiscientas cartas reprendiéndolo y dándole consejos para que se convirtiera en un modelo para sus súbditos. La Emperatriz era de la idea que un gobernante debería encarnar todas las virtudes y así ser un ejemplo de conducta y admiración para su pueblo. Escribió incluso a su nuera, a quien tenía en gran estima, instándola a influenciar positivamente a su hijo.
La pareja tuvo diez hijos, miembros de la línea Habsburgo-Este:
Fernando tuvo un hijo ilegítimo con Charlotte Mosshofer, una criada:
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